Maldito Watkins

El 29 de octubre de 1935 nace en Inglaterra Peter Watkins.

“Este lenguaje narrativo puede ser (¿?) relativamente (¿?) inofensivo (¿?) cuando se utiliza en determinadas historias para dormir niños. Pero adquiere una dimensión diferente cuando la emplean los mass media audiovisuales [MMAV] en gigantescas y vibrantes pantallas de cine, o en la franja horaria nocturna de la televisión. Y no se trata solo de que este proceso autoritario se haya inoculado gota a gota en la conciencia colectiva, sino que además su función se ha trastocado para servir a otros fines, entre los que cabe mencionar el de propagar la envidia, la angustia, el miedo, el consumismo, las estrechas formas de ver el ´ellos´ y el ´nosotros´, y la jerarquía.” (P. Watkins, Historia de una resistencia, 2006, p. 132-133. Énfasis en la traducción.)

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Dice cosas que no le importan a nadie.

¿La jerarquía? Nadie parece interesado en quebrar su existencia, a expensas de mantener la miseria obtenida.

¿El consumismo? Un metejón que da hasta flojera.

¿MMAV? Tal vez buscara Watkins así ganarse el sin par derecho a vivir en las catacumbas intelectuales de Alonso y Arzoz, ardientes negadores de la cibercultural Nueva Ciudad de Dios –aunque ni eso.

Amateur. A los 19 años filma The Web. Soldado alemán busca escapar del maquís francés en el final de la Segunda Guerra. Ese es la línea argumental. Obtiene ´Cuatro estrellas´ en la edición del Oscar a los diez mejores filmes de aficionados.

Amateur. En 1958 filma el hoy desaparecido The Field of the Red. Tema: Guerra Civil. Estados Unidos.

Amateur. En 1959 realiza The Diary of an Unknown Soldier. [Estuvo en Youtube]. Asunto: Primera Guerra Mundial. Dato: la incidencia de lo bélico. Gana Oscar entre los Diez Mejores filmes de aficionados.

En el futuro, será menos mimado por los que guisan el caldo.

Amateur. En 1960 filma The Forgotten Faces, reconstrucción histórica de la Revolución Húngara de 1956. Como en un noticiario documental, los actores miran a cámara y los primeros planos cortan la parte superior de sus cabezas. A una cadena de TV le ofrecen el film, y su vicepresidente responde: ´No podemos poner eso en Granada TV porque, si lo hacemos, nadie volverá a confiar en nuestros programas de noticias´.

Estamos, recuerden, en 1960.

Ingresa a la BBC.

Profesional. En 1964 realiza Culloden

Recreación en forma documental de la Batalla del mismo nombre [1746, Escocia]. Historia sobre personas comunes. Utiliza 142 actores. Con Culloden,  PW redefine la representación de la historia en el cine, así como los cimientos clásicos del documental: la objetividad, el distanciamiento del autor. Recibe un premio de los guionistas británicos y el reconocimiento de la ´Society of Film and Television Arts´.

Profesional. En 1965 PW filma The War Game. Título primario: After the Bomb. Con cámara al hombro –para él, ´cámara libertad´- PW recrea los horrores de un ataque termonuclear contra Gran Bretaña. Tras deliberaciones varias, y proyecciones secretas en el gabinete del Primer Ministro británico, el film vira asunto de Estado, y la BBC lo censura. Prohíbe su exhibición por veinte años en cualquier país del mundo.

Watkins entiende el teje-maneje televisora-gobierno y abandona la BBC.

En 1966 [se menciona también 1967], aparece Privilege. Alegoría sobre el modo en el que los medios de comunicación de masas, la industria de la música pop y la clase dirigente británica actúan de modo conjunto para debilitar la energía política de los jóvenes. Trailer oficial:

Film difícil de hallar. Tuve la decencia de subirlo a Youtube. La corporación amenazó –´tu canal no recuperará algunas funciones por la infracción´- y bloqueó el video por la existencia de derechos de autor.

Dice Watkins:

“…Privilege [llama la atención sobre cómo] los estados nacionales, a través de la religión, los medios de comunicación, los deportes, la cultura popular, etc., son capaces de esquivar un reto político en potencia sirviéndose de la gente joven. En el caso de que esto parezca una exageración, conviene recordar que la obra está ambientada en la ‘marchosa Gran Bretaña’ de los 60, y fue una premonición de la forma en el que la cultura popular y los medios de Estados Unidos comercializarían el movimiento antibelicista y contracultural en este país. Privilege también predijo, con aire de amenaza, lo que iba a suceder en la Gran Bretaña de Margaret Tatcher en los 80, sobre todo durante el período de la Guerra de las Malvinas.”  (P. Watkins, Historia de una resistencia, 2006, p. 52)

PW, profeta.

Y también quejoso: ´muchos de los elementos del filme (uso del color, movilidad, estructura) han sido incorporados desde entonces por el cine más comercial. Al menos hay una escena de Privilege que ha sido directamente copiada y utilizada en La Naranja Mecánica [1971] de Kubrick.

1967. The War Game -en sí, ficción- gana el premio Oscar al mejor documental.    ´

Críticas. Exilio. Enojo. Suecia. Cineasta gitano. Y en 1968, The Gladiators o The Peace Game. Largometraje –el segundo-, esta vez sobre pacifismo. Film difícil de hallar, excepto por fragmentos

Dispongo del .avi Ni imagino subirlo para que la corporación me amenace –salvo que medie el acceso a una treta virtual para poder divulgarlo.

Dice Ángel Quintana en “¿Por qué molesta tanto Peter Watkins?”, prólogo al ya citado volumen Historia de una resistencia

“La crítica directa al poder de los medios de comunicación, sobre todo hacia la televisión, marcó también el primer ensayo de política-ficción que Watkins rodó desde su autoexilio como cineasta nómada en Suecia… La película establece un futuro en el que los representantes de los diferentes bloques –China, Estados Unidos y Rusia- se ponen de acuerdo para controlar los instintos agresivos de la guerra, por lo que organizan espectáculos bélicos… que acaban siendo televisados. […] [The Gladiators consolidó] otra idea perversa que tenía que ver con el modo en el que los poderes pueden llegar a ser capaces de absorber determinados movimientos que combaten el sistema –en este caso, las corrientes pacifistas- para acabar domesticándolos usando sus propias armas.”

Lo dice entre las páginas veinte y veintiuno, me refiero a Quintana.

Críticas. Nuevo exilio. Pero antes: en Watkins política-ficción es ciencia ficción. Se regodea Quintana (Historia de una resistencia, p. 17)

“El sentido de la inmediatez y la crudeza con que… Watkins denunció… capítulos voluntariamente olvidados de la historia se han extrapolado… hacia otro territorio donde lo representado ya no es lo acontecido en el pasado, sino lo que puede llegar a suceder. [E]l cineasta construye fábulas de ciencia ficción centradas en los riesgos políticos del propio presente. […] La ciencia ficción, o mejor dicho, la política-ficción, convierte a Watkins en un cineasta políticamente incorrecto que no cesa de hurgar en los diferentes tabúes escondidos tras la máscara del bienestar.”

Nuevo exilio. Para otros, la Meca.

1970. Estados Unidos. Realiza Punishment Park. Alegoría política. Documental + falso documental. Denuncia el carácter represivo de la política interior del presidente Richard Nixon. Acusa a los Estados Unidos. Lincha su mecánica propagandística.

Propósitos y objetivos. Pero antes, el argumento: estado nacional de emergencia; toda actividad subversiva –preferentemente de jóvenes- se castiga con prisión y con la estancia en el ´parque´; hay un juicio y pruebas de resistencia; deben atravesar un desierto para alcanzar la bandera de Estados Unidos como prenda y obtener la libertad. Ahora el tráiler

Objetivos. Propósitos.

“ ´[Watkins es]…un cineasta que ha buscado y consolidado un método cinematográfico capaz de privilegiar el debate sobre los riesgos del presente a partir de la historia o mediante la política-ficción. Nunca se ha considerado un iconoclasta ni un teórico de la imagen. ´No soy Godard, no me interesa cómo está hecha la imagen, sino… los efectos que produce y el debate que pueda llevar a generar….´. Todas sus películas han sido concebidas como instrumentos de provocación que incitan a la discusión y cuestionan las estabilidades que parecen justificar el equilibrio del mundo. Su cine ha sido… políticamente incorrecto, pero a pesar de su marginación y de haber molestado… al establishment cinematográfico, la mayoría de los debates que se esconden en el interior de sus obras han alcanzado con los años una extraña vigencia.” (Quintana, Historia de una resistencia, p. 8)

La frase citada de PW fue dicha por el director en 1970 en ocasión del escándalo que provocó esa película en el país del norte. Duró cuatro días en cartel. Nunca más fue proyectada ni en cine ni en televisión.

1971. Noruega. En 1973 realiza Edvard Munch. Tres horas (aprox.) para retratar en sus rasgos biográficos al pintor. Fragmento

Es también una autobiografía. “Al igual que Edvard Munch, el cineasta Peter Watkins se ha sentido marginado por el poder institucional…”, reza Quintana.

La co-producción de las televisoras oficiales de Suecia y de Noruega permitió que PW completara su film más personal.

1974. Dinamarca. 70ernes Folk o The Seventies People. Tema: elevada tasa de suicidios entre los jóvenes daneses.

1975. Fällan o The Trap. PW dirige el guion futurista escrito por un periodista sueco. Info: el año en la ficción es 1999, se aproxima el nuevo milenio, los medios mienten optimismo, amenaza un rector nuclear. ´La película está ambientada en los habitáculos subterráneos de un científico que trabaja en una planta de residuos nucleares próxima a la costa occidental de Suecia´, dice por ahí el director.

1976. Dinamarca. Aftenlandet (Evening Land). Acerca de terrorismo, represión policial, huelgas contra la construcción de submarinos nucleares.

Gracias al apoyo de un movimiento pacifista sueco, PW concreta The Journey entre 1983 y 1986. Filmada en los cinco continentes, en doce países. Dura catorce horas y media. Tema: crítica al papel de los medios masivos de comunicación por su papel en la carrera mundial armamentista.

Ángel Quintana (Historia de una resistencia, p. 23 y 11). Dos por uno:

“La mayoría de las fábulas de política-ficción de Peter Watkins proponen un interesante punto de vista en torno a la necesidad de buscar una política de pacificación del mundo, de bloqueo de la carrera armamentista y de recuperación de la paz como forma de diálogo y convivencia entre las diferentes comunidades.”

La yapa:

“La trayectoria de… Watkins es bastante singular, sobre todo si tenemos en cuenta que, entre la amplia nómina de grandes cineastas europeos surgidos del corazón de la modernidad de los años 60, es uno de los más innovadores y, al mismo tiempo, uno de los más desconocidos y olvidados. […] [Realizó] una serie de obras fundamentales y radicales que no se ajustaban al cine convencional ni a los estándares de temporalidad del cine de consumo, sus películas dejaron de ser citadas…”

1991. The Media Project. Crítica en video a la cobertura de la Guerra del Golfo por parte de los medios.

1992-1994. Adivinen. The Freethinker –el film de PW sobre el dramaturgo August Strindberg- es rechazado por las principales cadenas de televisión nórdicas y es boicoteado en Suecia hasta por el sistema educativo. Strindberg es otro de los personajes malditos que fascinó al marginal Watkins.

Rewind. En 1979 el Instituto Sueco de Cine y Televisión le encarga investigar sobre el escritor. PW ofrece un guion. La película no se lleva a cabo. Quince años después el guion es retomado.

“…se convirtió en un insólito curso de producción en video con una duración de dos años y que contó con la participación de 24 estudiantes. El resultado… está basado en el guion original… con facetas desarrolladas por los propios alumnos que investigaron, dirigieron, filmaron, grabaron, editaron, diseñaron el vestuario y, sobre todo, ¡organizaron la producción y la financiación de este colosal proyecto pedagógico!” (P. Watkins, Historia de una resistencia, p. 90)

1997. Escribe La cara oculta de la luna. Texto crítico sobre los MMAV con motivo del 75 aniversario de la BBC y dirigido a los profesionales de los medios de todo el mundo. Propone una forma alternativa de enseñanza audiovisual.

1999. Francia. La Commune (de París, 1871). Utiliza los estudios George Meliés. Continúa sus intereses marcados ya en Culloden.

2001. Geoff Bowie –canadiense- genera El reloj universal; o The Universal Clock o L´horloge universelle: la résistance de Peter Watkins. Fragmento

Dice PW (Historia de una resistencia, p. 129):

“Esto nos lleva a un segundo empleo antidemocrático de la forma y el espacio en televisión: el que fue identificado por Geoff Bowie y Petra Valier en su documental The Universal Clock (2001) que se ocupa de diversos aspectos de la realización de La Commune. El título procede de la práctica actual de estructurar todos los programas de televisión en rígidos períodos de tiempo estandarizados (un total de 47 o 52 minutos para las películas ´largas´, y de 26 en las cortas), para así plegarse a una cantidad determinada de anuncios dentro de cada hora o de cada media hora. De este modo, elementos de información ´audiovisual´ que han sido previamente modelados por la Monoforma, son remodelados en el momento de su presentación al público a través de los bloques uniformes de tiempo en los que aparecen contenidos. Este fenómeno elimina con toda claridad cualquier prioridad con respecto a lo que sale en televisión, o en el concepto de que temas diferentes o estilos de realización distintos podrían no ser objeto del mismo tratamiento en cuanto a su duración: todos son arrojados a la misma máquina de picar tiempo y expulsados con idéntico aspecto, a imagen y semejanza de la Monoforma.”

Aparte, acoto.

Reloj. Etimología: ´horologium´ (contar horas). Hay una concepción antigua: ´contar o narrar´ (del griego, ´legein´) como forma de pautar lo que el tiempo imponía al ritmo de la naturaleza. Hay una concepción moderna: el tiempo es ´mostrado´, ´comunicado´, utilizado para vigilar el cumplimiento. Sincroniza la vida. Ya para el siglo XIX se sabía: ´una metrópolis puede funcionar como un autómata por medio de la información de un reloj´. Dicen que el reloj es heredero de la disciplina monástica y preparador de las técnicas contemporáneas de comunicación como los periódicos, la radio, la televisión y las nuevas tecnologías de la información. Reloj: controla y divide el tiempo de trabajo y el tiempo de descanso. En la mitología bíblica, Caín inventó las medidas abstractas, como las del reloj. Suponen, por lo tanto, un uso no-natural y están asociadas –perdón por la palabreja- al pecado (que es decir el ´mal´, que es decir la dominación).

Retorno a PW.

2003. Escribe La crisis de los medios.

2006. Buenos Aires. La crisis de los medios constituye la segunda parte del volumen recopilatorio Historia de una resistencia (páginas 119 a 208). En el prólogo -“¿Por qué molesta tanto Peter Watkins?”- orquesta Ángel Quintana (página 31):

“En la segunda parte [de Historia de una resistencia], titulada ´La crisis de los medios´, hemos reproducido el núcleo central de la reflexión que Watkins articula sobre los medios de comunicación en el mundo actual… después de los acontecimientos generados por el atentado del 11 de septiembre de 2001. En este texto, revisado por el propio Watkins a lo largo del verano de 2004, en coincidencia con la retrospectiva de su obra en el Festival de La Rochelle, el cineasta se interroga sobre la preponderancia de los medios de comunicación americanos en el contexto de un mundo globalizado, critica la llamada monoforma, o lenguaje estandarizado con el que los medios de comunicación pretenden crear una cierta sensación de objetividad, y se muestra extremadamente receloso contra lo que denomina ´el reloj universal´, es decir, la forma en el que los medios controlan el tiempo del discurso y lo acaban homogeneizando.”

Para cerrar, entonces, algunos fragmentos de ese texto de 2003 en la pluma de PW y traducción mediante.

“Al utilizar la expresión ´crisis de los medios´, hago referencia al funcionamiento cada vez más irresponsable de los mass media audiovisuales (MMAV) y a su desastroso impacto en la sociedad, los asuntos humanos y el medio ambiente. Hago referencia a la generalizada pasividad del público hacia el flagrante comportamiento de los MMAV como inductores de ideologías violentas, explotadoras y jerárquicas, y a la catastrófica falta de información que existe en la actualidad acerca de lo que nos están haciendo los mass media audiovisuales. Hago referencia a la generalizada oposición en el ámbito de los profesionales de los MMAV hacia el debate crítico que tenga alguna relación con su trabajo. Hago referencia, asimismo, a la dura represión que se da en el seno de los MMAV: mantienen a los profesionales a raya, y de ese modo logran, sin duda, que jueguen un papel activo a la hora de silenciar las voces críticas. Y, finalmente, hago referencia a la negativa por parte de los sistemas educativos de todas partes en cuanto a permitir que los jóvenes accedan a cualquier clase de auténtica pedagogía crítica en los medios, algo que podría darles la oportunidad de enfrentarse al papel y a las prácticas de los MMAV.” (P. Watkins, Historia de una resistencia, p. 121)

“Ya entonces [en los años 60] daba la sensación de que los mass media audiovisuales se habían convertido en una especie de suprasistema que englobaba el proceso social visible, y que tenía una función muy importante en la formación (y en la deformación) del mismo.” (P. Watkins, Historia de una resistencia, p. 119)

“…el empleo constante de la Monoforma, con su total ausencia de tiempo para la reflexión, su agresividad narrativa, su apariencia fluida (y, por tanto, incuestionable), su incesante avance lineal (que niega la flexibilidad de la memoria y la complejidad de la experiencia humana), ha tenido consecuencias de largo alcance, a un tiempo obvias e incalculables, sobre nuestros sentimientos. Nos ha hecho perder la sensibilidad hacia buena parte de lo que sucede en la pantalla y a nuestro alrededor (en especial hacia la violencia y el destino de los demás seres humanos). La capacidad de fragmentación y de división que encierra este lenguaje afecta con sus actitudes antidemocráticas a los cimientos del proceso cívico. La notable carencia de inclinación hacia el comportamiento colectivo en la sociedad occidental y el predominio de su opuesto (una visión cada vez más egoísta, obsesionada con el yo y la privatización de lo público) no son sino dos manifestaciones de los efectos que la Monoforma termina produciendo a largo plazo. Poco a poco se va haciendo más evidente la estrecha relación entre estos rasgos y la energía con que la Monoforma mueve el motor del consumo masivo.” (P. Watkins, Historia de una resistencia, p. 127-128)

Lapidario, pero a quién le importa. Es más, por insistente y reiterativo hasta se le podría colgar (como se ha hecho con tantos) el sambenito de la locura, del resentimiento, del rencor o de la esquizofrenia –porque el paranoide ronda esos lares. Y alguito de eso sucede –para mi sorpresa- por segundos con el reverencial Quintana (Historia de una resistencia, p. 31).

“La lectura de las reflexiones contenidas en ´La crisis de los medios´ puede parecer, a más de un lector, el resultado de una cierta paranoia frente al sistema con que los medios de comunicación han ido tratando el propio cine de Watkins. No obstante [nos encontramos]… ante una prolongación de otros… textos clásicos sobre los medios de comunicación y la semicultura del mundo actual…”.

Reproduje –como es visible y como repetí- textos watkinianos a partir del volumen del 2006, Historia de una resistencia, editado a propósito de la 8va. edición del argentino Bafici, y basado, en su mayor parte, en textos de la página web del cineasta.

Te remito a ellos -y también a este suelto– para mejor leer.

En fin,

PW vive.

Viva Watkins.

Rebelde.

Marginal.

Profético.

Político, y con su cine, partidario de la acción directa.

Pero mejor no darnos cuenta. Es preferible ubicarlo y con honores en el centro de lo que Levi-Strauss denominaba ´reserva ecológica al interior del pensamiento domesticado´, es decir, el arte.

Molesta menos. Y además llamémosle obsoleto, total la que impera hoy es la Red y la TV es sirviente de rango pésimo.

Pero PW vive.

Viva Watkins.

Viva.

Tandil – Lourdes – 29-10-2014

Ou será que o Brasil deveria libertar-se da dominação da O Globo? Guerra de imágenes II. [20 al 23 de junio de 2013]

La idea que corre por debajo de la argumentación de Serge Gruzinski (La guerra de las imágenes; El pensamiento mestizo) es potente. Existe una relación directa entre las batallas del siglo XVI con imágenes, en su mayoría religiosas, para dominar a los pueblos originarios por parte de los europeos y los actuales imperios mediáticos, sostenidos por la televisión, como Televisa, en México, y O Globo en Brasil.

TV Globo fue fundada por Roberto Marinho [1904-2003] en 1965 –doce meses después del golpe militar que derrotó al entonces presidente João Goulart. En 1969, con el noticiero ´Jornal Nacional´, vigente hasta hoy, nace Rede Globo. Noticiero y novela, sin contar las transmisiones de fútbol y de carnaval, funcionan desde hace cuarenta años como una dupla de acero y diamante que, ofrecidos en continuidad horaria, eleva los números de audiencia a alucinantes porcentajes que sobrepasan el cincuenta, el sesenta, el setenta. El día 4 de octubre de 1972, por ejemplo, el capítulo número ciento cincuenta y dos de la novela brasilera ´Selva de Pedra´ alcanzó –según IBOPE- la ficticia friolera del 100 % de audiencia. Otras novelas posteriores –es decir, con un mayor número de televisores en juego- llegaron a marcar más del 90 %. Recién en 1990 la Rede Manchete con su emisión de ´Pantanal´ pudo derrotar por primera vez una novela de su augusta competidora -aunque esto tan solo una nota de color.

Seis empresas privadas –las principales son Rede Globo, SBT, Bandeirantes, Record- controlan el 80 % de la información dentro de Brasil. La primera impera en todos los rubros y con más del 50 % en su poder rige el mercado televisivo. En un país con el 90 % de los hogares adornados con un televisor, O Globo -deténganse por un segundo y piensen en la extensión del país- cubre el 99,50 % del territorio.

O Globo es un multimedios compuesto por la emisora televisiva (con cientos de repetidoras incluyendo la ´TV Tem´ de Rio Preto), el servicio de televisión por cable, radios (tan solo unas cien), diarios (O Globo es el más vendido del país, pero quién lee esa antigualla), revistas, cine, música, teatro, telefonía, servicio de internet –posesión clave en este junio del 2013- y un inextinguible etcétera que deriva en puestos bases internacionales.

O Globo es una de las mayores cadenas del planeta. En 2012, sus ganancias de seis mil millones de dólares la convirtieron en la segunda mayor. Como grupo multimedia está entre los primeros del mundo y sobrepasa a su competidora latinoamericana –otro monstruo imparable- ´Televisa´. Ambas multinacionales, alertadas por tiempos volátiles, decidieron asociarse.

Las cadenas y los multimedios brasileros, en manos de las famosas siete familias que dominan el espectro, están atravesadas por intereses políticos concretos, además de los confesionales, sean católicos o evangélicos. Contra todo parámetro legal, en un tercio de radios y de cadenas de televisión hay políticos profesionales (o familiares directos) ejerciendo puestos directivos.

En un informe de 2008 –Observador de medios de comunicación en América Latina– se determina que en la agenda de las radios, diarios y televisión brasileras, simplifico los datos, los problemas de corrupción y la vulnerabilidad de las instituciones democráticas ocupan el 60 % del tiempo de emisión o del espacio de publicación, mientras que la voz y la participación de los ciudadanos oscila entre el 1,5 % y el 0 %.

Son datos con cinco años de antigüedad. Nada indica que las cosas hayan cambiado. La decisión -durante los momentos más complejos de las manifestaciones ocurridas en las semanas anteriores- de levantar la emisión de las novelas por parte de algunas televisoras, de reemplazar en horario central la lata por el ´ao vivo´, el estudio por las calles, el guion por la crónica, el final controlado por la incertidumbre, el ardor de la pasión por el fuego de la lucha, no debe hacernos creer que primó el deseo de la información y de ´lo real´ antes que el de la ficción.

Guerra de imágenes. El imperio virtual Rede Globo solo desea cobijar, integrar, acunar, acompañar y dominar a la mayor cantidad posible de ciudadanos (consumidores) brasileros. Son sus clientes y ninguna empresa quiere indisponerse con ellos.

Guerra de imágenes. Tal vez ningún nombre defina mejor la actual situación. Todas las encuestas de diez años a la actualidad confirman del lado del usuario y del consumidor un dato imposible de refutar y que se advierte en la vida cotidiana: la relación del ciudadano brasilero con la televisión e internet, y la tecnología, es profunda y excede la situación socio-económica individual. (Aunque, sin dudas, sería necesario pensar mejor esta última variable.)

Hasta no hace muchos años, reinaban en el país la red social Orkut (de Google). En la actualidad la mitad de los usuarios de esa red en extinción son brasileros. La migración masiva que se produjo a partir de 2010-2011 hacia Facebook llevó a Brasil a ser el país con más usuarios del mundo, 70 millones, después de los Estados Unidos. En 2012, se vendió en Brasil un celular inteligente [sic] cada 30 minutos. Con 16 millones de aparatos, incrementó en un 80 % los números del 2011. Celular, internet y red social (f, t) es un ardiente ménage à trois.

La educación pública como tal, la democracia como tal, apenas si alcanzan las tres décadas de existencia.

Uno de los carteles íconos de los primeros días de protesta fue ´Saímos do Facebook´ (léase, feisibuqui). El cartel no decía ´dejamos Facebook´ sino que establecía una dialéctica -´del ciberespacio a la rúa y vuelta al ciberespacio´- como bandera contra la información tendenciosa de los medios de comunicación tradicionales (que, por supuesto, nunca indicaron en la agenda de reclamos los cuestionamientos que caían sobre ellos).

En la ciberesfera –cuya historia negra en medio de las protestas habría que contar- circula por estas horas una imagen de la bandera de Brasil con un hombre de traje que empuja el logo de O Globo para que deje de obstruir al planeta azul. Podría aburrirme y aburrirlos deduciendo aspectos sospechosos de esa imagen –que enfatiza la relación país ̸ bandera (nacionalismo), o que está hecha y destinada a la clase media (hombre de traje), o que es machista (hombre), etc. Pero toda esta eventual discusión nos alejaría de un aspecto simbólico fundamental.

El logo de la Red Globo fue diseñado a mediados de la década del setenta por el alemán Hans Donner [1948- ] –responsable, además, de una parte importante del arsenal visual de la cadena incluyendo los noticieros, las novelas, el show de Xuxa, etc. (y relacionado, por ejemplo, con Microsoft en el diseño de ´gadgets´ de tecnología avanzada).

El logotipo, en primera instancia, es la figura de la Tierra. Sobre él, un rectángulo (aparato de televisión) recorta un nuevo círculo. Ese nuevo círculo sería el contenido de la transmisión televisiva que llega hasta el espectador. Ahora bien, aunque el diseño original no lo incluye, puede suponerse sin problemas otro rectángulo detrás del planeta original –el mayor- e intuir otro rectángulo dentro de la esfera menor y así al infinito intercalar mundo (´lo real´)  ̸ aparato (´lo virtual´) hasta disolver la diferencia.

En mi opinión eso hace O Globo. Si ingresan al sitio <www.redeglobo.globo.com> verán de qué manera se mezclan en un mismo plano y sin solución de continuidad la información social y política con aquellas referentes al mundo del espectáculo (novelas). Ni siquiera –qué ingenuo soy- en un momento como el actual esa mezcla es relativizada.

La principal estrategia de la empresa para instalarse en el cotidiano de los telespectadores fue la invención de un ´yo´, de una subjetividad que provoca un ´nosotros´ inclusivo (y esquizofrénico). Algunos eslóganes históricos de la Red son: ´un caso de amor con vos (o contigo)´ [1998], ´un caso de amor con Brasil´ [1999], ´nos vemos por aquí´ [2011], ´nos preocupamos ̸ nos conectamos con vos´ [2012]. Por estas horas, la GloboNews –que se transmite en portugués dentro del territorio brasilero a pesar de lo que ´news´ le sugiere a mentes afiebradas como la tuya, lector- utiliza como latiguillo ´nunca desliga´, algo así como ´nunca se apaga, nunca se desconecta´, e invita –mi favorito para reflexionar sobre la libertad- a entrar en ´la realidad en alta definición (HD)´.

El juego es claro. Asfixiante omnipresencia discursiva, quiebre de la distancia entre animado e inanimado (O Globo nos habla) y de la diferencia entre ´real´ y ´virtual´ que se resume en la idea ya definitivamente instalada por la empresa: Brasil y Rede Globo son una y la misma cosa. Podría sugerirles, como tarea para la familia, tomar delicada e imaginariamente el paño amarillo romboidal que, en la bandera brasilera, hace las veces de fondo del planeta azul y disponerlo sobre lo verde como si se tratara de un rectángulo dentro de otro. Verán que esa alternancia entre rectángulo y esfera tiene un aroma reconocible. (O podríamos jugar a adivinar qué significado darle a ese logo empresarial que nos habla, que jura que entre nosotros hay amor, que tiene devaneos de ser algún día bandera, si suponemos que, en verdad y en realidad, hermosas y banales frases adverbiales, ese logo es al mismo tiempo la lente de una cámara, el ojo que vigila.)

Y que todo lo prevé -aunque esa decisión implique un sincericidio.

En el segmento inferior de ´Memória Globo´ (<www.memoriaglobo.globo.com>), uno más entre decenas de sitios de internet que posee la mega-empresa, aparece un mapa con las categorías principales para el usuario: ´Jornalismo´, ´Esporte´, ´Educativo´, ´Entretenimento´, ´Perfis´ (´Perfiles´, de donde tomé los datos de Donner), ´Acusações falsas´ y ´Erros´. En la sección dedicada a las ´acusaciones´, la Rede se defiende de ciertos problemillas sobre los que puedo hacer la vista gorda porque es en los dos ´errores´ reconocidos por la propia multinacional donde vale la pena detenerse.

El primer error –titulado Direitas, já!´ (1983-1984)- se refiere a las manifestaciones y actos que se sucedieron durante los años finales de la dictadura brasilera para pedir la convocatoria a elecciones democráticas directas. ¿Cuál fue el desliz de la Rede en aquellos días? El presentador del ´Jornal Nacional´ con las imágenes de los espacios públicos repletos de personas consideró oportuno conectar esa masiva actividad social y política… con los festejos por los 430 años de la ciudad de São Paulo. La disculpa de la multinacional fue la presión sufrida por parte del gobierno militar para no mostrar las manifestaciones.

El segundo error reconocido -´Debate Collor x Lula (1989)´- nos retrotrae a las primeras elecciones presidenciales por voto directo desde el fin de la dictadura. Se presentaron 23 candidatos. En el interregno de la primera y la segunda vuelta se organizaron dos debates entre los triunfantes –Fernando Collor de Melo (apadrinado por Marinho) y Luiz Lula Da Silva (PT). La edición que ofrecieron sus noticieros, con más del 60 % de audiencia, al día siguiente del segundo debate fue tan escandalosamente manipulada que a Rede Globo le resulta hoy más beneficioso confesar que esconderla. Los editores reconocieron haber tomado como parámetro el fútbol (una confusión entre política y deporte que en estos momentos hierve como nunca en su pantalla). Consideraron ganador a Collor, y así resumieron el debate. Collor, en efecto, pocos días después, ganó.

Nadie puede asegurar que esa manipulación causó la derrota de Lula en 1989. Tampoco hay elementos para suponer que en las manifestaciones de los últimos días los saqueos y la violencia provienen de infiltrados (¿azuzados por la Rede?). Sin embargo, el modo de representación y las estrategias de comunicación deberían ser analizados. Cualquier especulación sobre ´lo sucedido´, necesita como advertencia que la Rede está acostumbrada a mentir sin frenos ni control desde la época de la dictadura.

Durante estos revirados días juninos de 2013, los comentaristas se remontaron hasta 1992 para encontrar un antecedente de movilizaciones con magnitud semejante. En aquel lejano año los ciudadanos brasileros habían ocupado las calles para reclamar por la salida de la presidencia del otrora triunfante candidato de la Rede Globo.

´Fora Collor´. Y Collor renunció. Al año siguiente, en 1993, la BBC da a conocer un documental Beyond Citizen Kane (Muito Além do Cidadão Kane) en el que la empresa y Marinho son presentados como un imperio con su déspota de turno. Marinho -con el altruista fin de no decepcionar a los documentalistas- logra la censura del material dentro del territorio nacional. [Link: <www.youtube.com/watch?v=MtQTejGeL4M>]

La multinacional trató, y trata, de ser coherente. La impulsa un afán ´gobernista´ (oficialista) al que traiciona sin más si ve afectado su propio beneficio. Cuando ocurrieron aquellas marchas contra Collor, Rede Globo abandonó a la criatura de su invención en medio del río y se unió a la ola de protestas.

Sus estrategias claves para no salir nunca perjudicada fueron –qué duda cabe- y son demagogia, tergiversación, manipulación. Un error que la Rede no reconoce en su mea culpa es la alteración de los datos en la elección de 1982 para intendente de Rio de Janeiro. O Globo publicó resultados falsos –en aparente conexión con una empresa de proceso de datos, Proconsult– que beneficiaban al candidato militar y que perjudicaban a Leonel Brizola, a quien finalmente se le reconoció el triunfo.

En la campaña de 1989 para la presidencia, Lula –consciente del poder al que se enfrentaba que, por supuesto, no era Collor- se propuso ´contra-informar´ a la población  mediante Rede Povo. [Link <www.youtube.com/watch?v=n9XbVfTWdmY>] Su argumento era sencillo: es inaceptable que un grupo de personas decida la agenda de decenas de millones. Durante sus dos mandatos presidenciales -2003-2010-, Lula recordó la necesidad de luchar contra los oligopolios mediáticos. Si bien nadie mejor que él conocía de qué manera Rede Globo se aliaba –y se alía- a otras empresas mediáticas para regir la opinión pública en Brasil, sus acciones fueron erráticas. En 2009, el Supremo Tribunal Federal abolió la Ley de Medios de 1967 y dejó un vacío legal que conduce los litigios con los medios de comunicación a la justicia ordinaria. Al día de hoy y más allá de algunas modificaciones no existe una Ley de Medios –o al menos una discusión en ese sentido- que cuestione el poder de esos imperios de la información. (Por ejemplo, el canal de noticias de Bandeirantes, BandNews, durante la semana del 17 al 21 de junio, una de las más fuertes en cuanto a las movilizaciones, entre informe e informe repitió hasta el hartazgo un programa info-comercial, presentado como periodístico, sobre el nuevo sistema de seguridad privada que funcionará durante el Mundial 2014 en los estadios de fútbol y que se convertirá en una de las principales herencias, según festejaba el empresario involucrado, para Brasil. Innecesario remarcar las implicancias de una fuerza policial paralela –otra más- dentro de un país cuasi militarizado.)

En el actual contexto socio-político brasilero, uno de los enigmas principales es por qué, en determinado momento, los medios comenzaron a apoyar las manifestaciones.

Es bastante probable que se trate de una remake de Collor´92: no indisponerse con los ciudadanos. Ese gesto les permite manipular la amplia agenda de los manifestantes. Se ubican como mediadores de los discursos y como interlocutores con el arco político. Decidir qué y cómo se dice, qué y cómo se muestra es un juego simple para quienes –con la ironía habitual de denominarse ´autónomos, imparciales, independientes´, etc.- alteraron datos eleccionarios.

Aquel lector entrenado que deletrea ahora este texto puede dejar de lado los siguientes seis párrafos y, si lo desea, saltar al séptimo, comienzo del fin, porque voy a presentar algunos mecanismos demasiado poco novedosos de manipulación de la información.

GloboNews durante sus transmisiones de las protestas:

a) buscó acotar los reclamos al transporte y al desencanto con la clase política (dependiendo de qué políticos, qué partidos, etc.). A la presidente Dilma Rousseff no la atacó aunque sugirió problemas en las elecciones presidenciales de 2014. Al día de hoy, con el pacto de reforma y el plebiscito en danza, la atención se dirige hacia las negociaciones entre políticos para cerrar el capítulo ´manifestaciones´ (que, de todas formas, no cesan en las ciudades).

b) infantilizó: sin reconocer la compleja composición social de los manifestantes, el canal de noticias usó de forma abusiva supuestas encuestas de IBOPE –su ´socia´ multinacional brasilera que hace cuarenta años dice haber medido el 100 % de encendido- con el fin de remarcar un perfil juvenil, adolescente que en un futuro lejano cambiará el mundo. Repitió hasta el hartazgo ´simulacros de manifestaciones´ en las que niños de cuatro, cinco, seis años pintan carteles con sus padres en las plazas.

c) editorializó en base al ´porém´: las manifestaciones comenzaron de forma pacífica, ´sin embargo´ apareció la violencia. Se instaló en el lugar mayoritario del apoyo, para luego disolver a los ojos y oídos del espectador la legitimidad del reclamo, asustarlo y justificar el accionar de la policía que, casi siempre, inicia las agresiones.

d) criminalizó la protesta: reiteró al infinito que la violencia es generada por ´vândalos´, por ´bandidos´, por ´criminosos´, etc., sin indagar y sin reconocer que pueden ser infiltrados. El recurso de estigmatizar y de confundir tanto al denominado ´vândalo´ como al militante proviene de la época de la dictadura. El fabuloso cine clase B brasilero de la década del setenta da cuenta de eso. Lúcio Flavio, o passageiro da agonía [1977] del argentino Héctor Babenco es un buen ejemplo para ver cómo a los ojos de la policía y de los medios el ´bandido´ tiene toda la apariencia del militante. Babenco cuestiona el accionar policial. Los medios de noticias brasileros actuales apenas si mencionan los excesos y no dudan en ofrecer el micrófono a los policías para que expliquen (¿qué puede explicar un grupo de asesinos como BOPE surgido de las entrañas más negras de la dictadura brasilera?). El paroxismo delirante de esa postura no-informativa fue alcanzado en las últimas horas. GloboNews puso en pantalla una encuesta –sí, de IBOPE- sobre el apoyo o no a la violencia en las manifestaciones. Mientras la periodista presentaba los porcentajes, comentaba que esos números podían no reflejar ´la realidad´ porque las encuestas fueron realizadas en la calle durante las protestas y, en consecuencia, pudo haber respondido algún ´vândalo´. Rede Globo puede llegar al absurdo y sobrepasarlo. La forma de titular las matanzas en las favelas –que son reactivadas en estos días- no resiste el menor análisis.

e) despolitizó: el canal machacó en la necesidad de no llevar banderas de partidos políticos y hasta mostró cómo se quemaban las banderas rojas de los partidos de izquierda. Alentó, y alienta, al nacionalismo (fascistoide) a través de la bandera de Brasil y del Himno que fue cantado innúmeras veces en las marchas. No debería sorprenderte, lector que gusta repasar lo sabido, que en la campaña de Collor de 1989, el ataque a la ´bandeira vermelha´ [roja], el gesto nacionalista del ´verde e amarelho´ y el uso del Himno estuvieran presentes en su discurso prefabricado.

f) inventó noticias: la Rede evitó que hablaran los líderes y los manifestantes. Se los entrevistó, pero sin continuidad y por segundos. La explicación de lo que sucede pasó por periodistas, analistas, profesores, tecnócratas, etc., todos encerrados en sus gabinetes, todos creyendo lícito ser voz de ´los jóvenes´. (Uno de los actos mercenarios más repugnantes fue ver a algunos profesores de las universidades públicas brasileras ir a los programas de televisión para decir lo que la empresa quería escuchar y conservar así sus prebendas laborales.) Entre el viernes 21 y el sábado 22, la revista Veja con su titular ´Os sete días que mudaram o pais´ (en tapa, la foto de una joven envuelta en una bandera brasilera) y GloboNews con una crónica en la que aseguraba que MPL (Passe Livre) ya no tenía nada que ver, que estaba fuera de toda discusión, dieron por cerradas las manifestaciones que, como bien saben ustedes, casi una semana después, continúan. Además, el lunes 24, MPL fue recibido por Dilma. Finalmente, en varias oportunidades periodistas informaron (sic) sobre el accionar policial para después desmentir asegurando que se trataba de un ´pequeño error´ (las redes sociales marcaban esas mentiras flagrantes). En el summum de la desprolijidad, en la crónica del sábado 22, la periodista que narraba afirmó que en cuanto a lo que sucedía con las manifestaciones, incluyendo a políticos y a policías, ya nadie sabía bien quién era quién.

Por eso es tan importante el trabajo de ´contra-información´ como el desarrollado por ´mídia N.I.N.J.A.´ –acróstico de Narrativas Independentes Jornalismo e Ação- quien, por supuesto, fue bloqueado en las redes sociales. [Link <www.twitcasting.tv>, <www.postv.org>] En el documental de la BBC –bienvenido el lector que salteó-, puede escucharse sola una vez la voz de Marinho. El empresario responde a las acusaciones de manipulación con una propuesta. Si los ciudadanos no están conformes que hagan como él: que tomen una videocasetera, un amplificador de señal y una antena, que los conecten y ¡a transmitir! Más allá del cinismo de quien detenta un todo-poder, la idea está lejos de ser una locura y es, de hecho, lo que ´mídia N.I.N.J.A.´ y otros hacen en este momento. Es, además, el eje de la lección de Watkins.

Gruzinski (La guerra de las imágenes), a la hora de pensar Televisa y su relación con el Estado mexicano, se hace una pregunta más que válida para un contexto de conflictividad social: ´¿el dominio de la comunicación no vale hoy tanto como el de la energía, y la guerra de las imágenes tanto como la del petróleo?´ Dilma acaba de reimpulsar un proyecto existente antes de las revueltas juninas para traspasar los royalties del petróleo al presupuesto de educación. Retornen, fatigados lectores, y vean la ganancia anual de Rede Globo. ¿No sería lícito pensar una reforma del funcionamiento de los medios de comunicación en Brasil que permitiera redefinir políticas públicas en base a ese dinero sideral? La democracia ganaría en el aspecto simbólico y económico garantizando derechos sociales.

El documental de la BBC cierra con dos estocadas. La primera es recordar que el poder de la Rede Globo nació durante la dictadura y que eso le ha impedido una revisión de aquellos tiempos.

En 2012 Dilma creó una ´Comissão da Verdade´ para investigar los crímenes durante la dictadura brasilera. El mito de la ´dictadura blanda´ (no murieron tantos, es el terrible argumento) ha hecho estragos en estas tierras.

La segunda ´facada´, la última frase pronunciada en el film, es letal. El documental finaliza con el logo de la multinacional invadido por cucarachas que ´se lo comen´ hasta dejar aparecer el rostro del cínico fundador. La voz del narrador pregunta: ¿podrá Marinho liberarse de ese pasado apegado a los crímenes de la dictadura… o acaso será necesario que Brasil se libre de O Globo?

Al día de hoy ninguna opción sucedió. Y ambos silencios se relacionan, en diversas escalas, con el actual conflicto social.

Acaban de entrar en su trance repetitivo las cadenas televisivas de noticias vestidas con su estética Robocop –roja, plateada, azul, aséptica, contenida. En esas pantallas hace algunos días un tecnócrata de Brasilia profetizaba que el objetivo del gobierno frente a las manifestaciones era dilatar hasta el receso de julio y que luego todo se disolviera. Los discursos de la presidente del viernes 21 y del lunes 24 de junio, parecen confirmar esa presunción. Las ´cinco pautas´, el plebiscito y la reforma política han generado tantas interpretaciones como el jeroglífico de las rúas. Las hipótesis sobre absolutamente ´todo´ son infinitas y se superponen. Son una segundad realidad cubriendo las cosas. La presencia de esas realidades virtuales es por aquí una constante. Una de las más impactantes le corresponde a ese Imperio disfrazado de medio de comunicación. Es de madrugada, es lunes, es 24, es Brasil. Estoy –como siempre y por ahora- en Rio Preto. Facebook y el mantra hipnótico que arrastra a los sujetos hacia la rúas, duermen. Espío cómo respiran acompasados y me pregunto si saben qué hay más allá. Mi cabeza, en su transe, repasa el noterío que acaso me permita en unos días contarles –pero quién sabe- algunas volátiles teorías ajenas sobre qué es lo que pasó y que es lo que pasa aquí.

Los errores, la violencia, las dilaciones sin sentido por parte del Estado continúan.

{Post-scriptum – Rio Preto. 27 de junio de 2013. Acabo de leer una reseña escrita por un periodista argentino sobre las escenas post-apocalípticas en Belo Horizonte una vez finalizado el partido entre la selección local y Uruguay –enfrentamiento deportivo que, a esta altura, no le importa a nadie. Las manifestaciones –y los ataques a las multinacionales auspiciantes de la FIFA- pueden evaporarse en días. Lo que escribo puede ser humo en minutos. Todo puede seguir el camino que el pesimismo traza. Se me ocurren solo preguntas: ¿cómo van a hacer para que el Mundial se realice?, ¿se plantearon los inversores perder esta vez?, ¿y los especialistas?, ¿cómo es que en el país de encuestas, categorías, clasificaciones, estadísticas, números, números, más categorías, impuestómetro, más clasificaciones, jerarquías, medidor de pertenencia de clase social, incluyendo los quinieleros mil goles de, por momentos,  un instrumento visual y discursivo de la dictadura… cómo es que esos especialistas no se la vieron venir? Sin dudas que es un problema de índole general, mundial, pero la bola marcada cayó en Brasil. ¿No habremos dejado las decisiones demasiado tiempo en manos de burócratas? ¿No habremos visto y leído poco a Peter Watkins? Watkins [1935 – ] no es, justamente, un intelectual al que no se le entiende nada. Su planteo es simple: los medios de comunicación de masas están en crisis. Cinco ítems de esa crisis: a) los mass media funcionan de forma irresponsable con un impacto desastroso en los asuntos humanos; b) existe una enorme pasividad de parte de un público que no reacciona frente a la ´catastrófica falta de información´; c) los profesionales se niegan a la discusión interna en los medios; d) quienes saltan esa barrera sufren ataques y represión en sus trabajos; e) la increíble ausencia dentro de los sistemas educativos de una auténtica pedagogía crítica que le enseñe a los jóvenes (y, añado, a todo el mundo) a pensar los medios. Quien en este momento decida dejar de leerme para ir hacia Watkins, comete el más noble de los actos. Watkins tiene una extensa crítica a los medios y, además, una propuesta maravillosa y con ejemplos en el mundo real: los medios de comunicación deben estar en manos de ciudadanos e ir contra las empresas (link: <http://pwatkins.mnsi.net/>.) Para quien esté interesado en la situación de Brasil, a continuación presento un breve repaso por la foja de servicios de la Rede Globo que surgió en la dictadura y que sigue su camino tranquilamente. En ese repaso utilizo un tono celebratorio para hablar de la BBC (televisión pública inglesa, aunque con una relación diferente con el gobierno de la que se da en Argentina). Lo usé para cubrir el papel de héroe bonachón. Villano ya había encontrado. La BBC es muy dura con el medio de comunicación brasilero y con su fundador. Es probable que para ese momento, comienzos de los años noventa, ya se hubiera olvidado de sus presiones sobre Watkins –británico- y de sus reglas de producción éticamente falibles. No siempre un medio en manos del Estado es garantía de ecuanimidad. Pero ese es otro tema. Dejemos a Watkins. O déjenme a mí.}

[SJRP, SP, BR – 24-06-13]

{VERSIÓN ACTUALIZADA 2018}